La verdad es que cuando llegó la hora del concierto, no estábamos muy animados, pero era porque no sabíamos lo que nos esperaba.
Al llegar, cola y más cola, sin poder beber una triste cerveza y sí se nos ocurría pedir alguna nos preguntaban todo indignados que por qué hablábamos así.
Comenzó el espectáculo con MUSE, que aunque es cierto que no defraudó, no es menos veraz que el escenario le quedaba demasiado grande.
U2 y MUSE tienen diferentes formas de comportarse en el escenario, y ayer MUSE no logró animar al público que esperaba sentado en sus asientos el gran show que U2 tenía preparado.
Pese a todo, el concierto de MUSE fue muy bueno, salieron con sus mejores temas y dieron "caña" en el escenario.
Al finalizar, después de tres cuartos de hora largos, un reloj apareció en la pantalla 360º de la garra, era una cuenta atrás para la esperada cita.
De repente, el reloj analógico que se proyectaba explota, 12 técnicos de cámara son izados como si de pequeños muñecos se tratara y todo hace predecir que algo grande está a punto de suceder.
De los camerinos, sale tranquilamente la banda, acompañados por una suave música que al llegar al espectacular escenario se convertiría en "Beautiful Day".
A partir de entonces, música, luz, humo y espectáculo se hicieron uno, logrando que las 80 mil personas allá congregadas vibrásemos de emoción durante las más de dos horas de concierto.
Hubo alusiones en pro de los derechos humanos, en contra del conflicto bélico del norte de África, homenaje a Amnistía Internacional...
En definitiva, un show incomparable, que no solo no defraudó si no que justificó porque U2 son quiénes son y han llegado a donde están.
Manu, yo vi el concierto de U2 en el inicio de gira en Barna y todavía no me he recuperado...como bien dices, por algo son quienes son, y están dónde están...Besucos y abrazos... tenemos ganas de verte... tu prima Norma
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